En primer lugar, el Tec. Emanuel Mensa, en representación de la Asociación del Personal de la Universidad Tecnológica Nacional (APUTN) que nuclea a alrededor de 50 trabajadores del claustro nodocente dentro de la Facultad Regional San Francisco, se refirió al crecimiento que viene manteniendo el grupo de trabajo.
“Somos 50 compañeros nodocentes en la Facultad Regional San Francisco, es un número interesante. Desde hace ya seis años venimos creciendo, con un objetivo que es el de profesionalizarnos en cada área, capacitarnos permanentemente, que eso es sobre lo que el gremio está muy pendiente”, aseguró Mensa.
Con respecto a la labor en pandemia, dejó bien en claro que, pese a los cambios en las formas, la Facultad Regional nunca dejó de trabajar: “El concepto a destacar es que nunca dejamos de trabajar. Cambiamos tal vez el formato porque estamos trabajando de forma remota, pero en la Facultad Regional nunca se dejó de trabajar”.
“Sí nos tuvimos que ir adecuando a la demanda. Los dos primeros meses cada uno se arreglaba con una computadora que tenía en casa, los teléfonos estaban permanentemente conectados. Después vimos que esto se hacía largo y había de alguna manera que darle forma. El gremio siempre estuvo presente, escuchando a cada compañero, pero ya después sí se intervino a nivel recortado para empezar a bajar líneas de trabajo, en donde por ejemplo hemos conseguido que cada compañero pueda llevar a su espacio de trabajo su computadora, su impresora, insumos. Eso garantiza que ante cada necesidad podamos dar respuesta porque las herramientas de trabajo están a disposición”, agregó.
Mensa resaltó que la coordinación laboral se pudo lograr a partir de la predisposición y el compromiso de cada persona. “Fueron horas de estar comunicados de forma remota y cada jefe de área estando a disposición, obviamente compatibilizando siempre con las autoridades. Siempre hubo diálogo, primero el gremio con las autoridades, después el gremio, autoridades, directores y jefes, tomando una única línea de trabajo y empezando a bajar línea a nuestros compañeros. Obviamente siempre abiertos a mejorar. Algo destacable es el compromiso y la entrega, que son fundamentales. En ningún momento tuvimos que exigir que se suban al tren del trabajo remoto, la demanda fue de abajo hacia arriba”, manifestó.
Sobre el final, dejó un saludo para todos los trabajadores y subrayó: “Cada uno de los compañeros nodocentes cada mañana en que nos levantamos somos unos agradecidos de estar trabajando de lo que nos gusta, en este lindo ambiente de trabajo que hay. Creo que en la entrega de cada uno de nosotros se ve que estamos cómodos y felices de trabajar por nuestra querida Facultad Regional, como decimos siempre, sentirla de verdad”.
“No hay que bajar los brazos”
Quien también se refirió a la valiosa tarea que realizan los trabajadores de la Facultad Regional San Francisco, en este caso los docentes, fue el Ing. Javier Bruno, representante de la Asociación de Docentes de la Universidad Tecnológica (ADUT), gremio que nuclea a 2 mil trabajadores entre todas las facultades regionales de UTN del país.
“El desafío de los docentes fue enfrentarse a un cambio rotundo en sus formas, dinámicas, didácticas y pedagogía, para poder enseñar sus contenidos. Cada docente se vio complicado en sus comienzos en función de cómo transmitir esos conocimientos que antes transmitían con el pizarrón, cómo llevarlos a la virtualidad”, indicó Bruno.
Para el representante de ADUT, ese fue el reto: “Por lo que hemos hablado con docentes, algunos por ejemplo han tomado la ventana y la han empapelado y eso se transformó en su pizarrón. Otros compraron uno y transformaron el garaje o el living en un aula. Fue un cambio vertiginoso”.
En ese sentido, reconoció que desde el gremio se brindó todo el apoyo que se pudo, pensando en hacer más sencilla la transición. “Desde el gremio hubo en su momento todo tipo de apoyo para capacitaciones desde el espectro virtual. No se conocían herramientas webinar y de golpe aparecieron un montón de plataformas virtuales. En un primer momento se empezó con plataformas gratuitas, como Zoom, donde la Facultad consiguió que algunas cuentas fueran pagas. Hoy ya casi todos los docentes tienen cuentas profesionales donde no se les corta la clase a los 40 minutos. Hubo muchas incorporaciones en ese sentido”, reveló.
Así, desde la entidad que forma parte, reconoció el esfuerzo que cada docente hizo para seguir brindando enseñanza de calidad. Bruno dijo: “Uno cuando elige la profesión de enseñar lo hace para toda la vida, uno es docente en su día a día, no solo cuando va a la universidad y da clases, en la diaria uno cumple el rol docente. Uno elige esto, lo prefiere, porque le gusta educar. La educación en algunos es innato y otros lo van haciendo con el correr del tiempo porque les apasiona transmitir conocimientos, saberes o su formación, es lo que más les gusta”.
Y continuó: “En este caso hay que darles unas palabras de aliento diciendo que esto es lo que nos tocó pasar ahora, y que no hay que bajar los brazos, porque este es el camino. No solo estamos educando, sino enseñando valores a los alumnos, de que por más que haya condiciones adversas a la educación, el docente pone el empeño, el esfuerzo y el esmero día a día para que las clases salgan de la mejor manera”.
“Nuestros derechos se logran a partir de la lucha colectiva”
La Mg. Marisa Pérez, docente universitaria afiliada a la Asociación Gremial de Docentes de la Universidad Tecnológica Nacional (FAGDUT), se refirió a esta fecha tan especial, e hizo referencia al trabajo de los docentes en los últimos meses.
“Creo que lo hemos llevado adelante bastante bien, con todas las dificultades que esto trajo, computadoras que se nos están rompiendo, esto de poner ciertos límites y de hacer valer nuestro derecho a la desconexión, y todas estas cuestiones que tienen que ver con estas nuevas formas de trabajo que creo que más allá de la pandemia son nuevos desafíos a los cuales las organizaciones sindicales tienen que ponerse a pensar. Lo estamos viendo en muchas empresas de tecnologías avanzadas, en donde la sindicalización o la representación colectiva es necesaria para poder defender los derechos en forma conjunta. La transformación, la revolución 4.0, nos pegó de golpe con el tema de la pandemia, pero es una realidad que está muy cerca, la vamos a palpar en muy poco tiempo y las organizaciones sindicales tendrán que estar acompañando y poniéndose al día y a la orden con la defensa de nuestros derechos”, aseguró Pérez.
Respecto al acompañamiento que sintió en estos meses, apuntó: “Se ofreció formación en cuanto al desempeño de las actividades, clases virtuales sobre todo, apuntaba mucho a los docentes que no tenían ese trabajo previo”.
Y agregó: “Y hay una conquista que se logró en este último tiempo, que fue la aplicación concreta del convenio colectivo de trabajo, que no tiene que ver con la pandemia, pero era algo en lo que se venía trabajando desde hace mucho tiempo. Esto implicó lograr la estabilidad laboral, porque muchos docentes eran interinos. Esta estabilidad permite que estos docentes estén en igualdades de condiciones con el resto de los docentes”.
En cuanto a la fecha que se conmemora el 1 de mayo, la docente reflexionó: “Más allá de la pandemia, no debemos olvidarnos de lo que significa esta fecha. Esto nace por todos los que lucharon por una vida digna para los que trabajamos. Particularmente como docente de la universidad pública me sindicalicé desde el primer día porque entiendo que nuestros derechos se logran a partir de esta cuestión de unirnos y de la lucha colectiva, que permite logros que van mucho más allá de lo que podríamos conseguir de forma individual”.
A la vez, valoró la posibilidad de contar con trabajo en una época en donde muchos trabajadores perdieron ingresos: “Los docentes tuvimos este privilegio, de seguir cobrando el sueldo, de tener esta estabilidad laboral, de seguir trabajando, que es algo muy valioso. Hay mucha gente que no pudo hacerlo. Creo que no tenemos que perder nunca de vista esta cuestión de ser conscientes que como docentes universitarios pertenecemos a una clase trabajadora, que no somos una elite, y que como clase trabajadora que somos tenemos que seguir trabajando por esa construcción de esa universidad pública que queremos fortalecer para llegar a tener algún día un país cada vez más equitativo, donde haya una distribución más justa de la riqueza”.
“Particularmente quiero mandarles un gran abrazo a todos los trabajadores docentes, nodocentes, a todos los trabajadores del país, que la están pasando mejor o peor, a los que están sin trabajo y al mundo entero, que necesita mucho de estos profesionales que nosotros estamos formando”, finalizó.