“Mi función es la de coordinador administrativo. Y dentro de unos de los laboratorios de servicios esta SEQUILAB, que es el laboratorio de servicios del área química en el cual me encargo de hacer análisis fisicoquímicos y microbiológicos”, explicó Albano.
En ese sentido, mutar a la virtualidad no fue fácil, teniendo en cuenta el carácter presencial de la labor. “No fue fácil, porque se requiere de un trabajo de campo constante. Como químico se necesita mucho trabajo práctico, pero esos meses en que no pudimos asistir a la Facultad me dediqué a buscar nuevas reglamentaciones, traducir normas internacionales que implementan otros laboratorios, por ejemplo de Córdoba, que son laboratorios certificados, con normas internacionales aprobadas. Siempre hay que buscarle el lado positivo, y yo me fortalecí en la parte teórica”, expresó Albano.
La tarea le es apasionante: “Desde chico me gustó la Química y uno tiene un sueño de llegar. Que esta casa de estudios te forme es algo muy gratificante. Me esforcé mucho, me costó mucho, porque siempre hay traspiés, pero con mucho esfuerzo lo logré y estoy dentro de SEQUILAB, ese sueño de niño, y hago lo que me gusta, lo que me apasiona. Y también se fueron sumando tareas administrativas como coordinador de los laboratorios, y eso te complementa como trabajador”.
“Es muy gratificante y una emoción enorme llegar a ser Nodocente y trabajar de lo que te gusta y de lo que te hace feliz, eso es lo más importante de la vida”, concluyó.