El joven profesional estará tres meses desarrollando tareas de investigación en Rutgers, The State University of New Jersey, situada en New Brunswick.
Consultado sobre cómo pudo acceder a esta experiencia, Raspo explicó que “hace unos meses, a través de las páginas de Relaciones Internacionales de la UTN, descubrí información sobre la beca Fulbright destinada a investigadores. Yo participo del grupo de investigación de la Dra. Alfonsina Andreatta, denominado Termodinámica de Procesos, entonces con ella ideamos un plan de trabajo y comencé a buscar un tutor en Estados Unidos, que es el Dr. Rodolfo Juliani. Presentamos todos los papeles, la presentación oficial fue hacia fines de agosto del año pasado y ahí se empezaron a superar diferentes etapas, y en diciembre me confirmaron lo que era la obtención de la beca Fulbright, financiada por el Ministerio de Educación y Deporte de la República Argentina para la realización de una instancia de investigación en el período 2017- 2018”.
“Esa instancia de investigación incluye todo lo que es el costo del traslado y un estipendio mensual durante el tiempo que dure la estadía. En mi caso, voy a ir a un lugar que se llama New Brunswick, donde está Rutgers, que es la universidad estatal del Estado de New Jersey, y lo que voy a desarrollar es técnicas de extracción alternativas para aislar y purificar sustancias con actividad específica (aromas, antioxidantes, biocidas, antivirales, antitumorales, etc.), obtenida a partir de productos naturales, derivados de la biomasa, esa es la idea del trabajo en sí”, agregó el investigador.
En relación a sus expectativas sobre esta experiencia, el ingeniero Raspo afirmó que se encuentra “muy ansioso” y que “esperamos encontrarnos con una tecnología que quizás acá todavía no llegó, o que me permita avanzar en lo que estamos haciendo, porque hoy en día yo estoy haciendo un Doctorado acá en Argentina, y esto se enmarcaría dentro de mi tesis doctoral, incluso nos podría ayudar a develar algunas cuestiones que no estamos entendiendo hoy en día en lo que es el desarrollo del trabajo del grupo nuestro, incluso me voy a llevar muestras de acá, y está bueno el hecho de generar alianzas o comunicaciones con grupos de afuera”.
“Y luego, al volver a la Argentina, cuando uno es becario Fulbright lo que busca esa Fundación es que sea multiplicador de la beca. Entonces a mi regreso, como estimo que soy el primer Fulbrigth en la UTN San Francisco, voy a tratar de que haya más, que empecemos a mover el tema del programa para otros investigadores u otros alumnos”, dijo Raspo, y también destacó “el apoyo que tuve, tanto de la doctora Andreatta con el tema de los avales como del ingeniero Javier Saldarini, secretario de Ciencia y Tecnología, y el decano, ingeniero Alberto Toloza, quienes me apoyaron y me dieron lo que necesitaba para cumplir con todos los trámites”.
“Esta beca es una muy buena oportunidad de intercambio cultural que me permitirá mejorar mis habilidades lingüísticas y mi cultura general”, remarcó el investigador.
Por su parte la doctora Alfonsina Andreatta también comentó que “las expectativas son las mejores, es una felicidad enorme que se pueda concretar esto, y sé que allá se va a encontrar con muchos equipamientos, mucho personal de trabajo, otros becarios como él, investigadores que lo van a ayudar en el tema, lo van a introducir y después lo van a dejar solo trabajando porque tienen todas las herramientas, entonces ahí sí o sí va a avanzar en lo que va a investigar, porque tiene tanto equipamiento y personal para consultar que va a ser él el que va a ‘meter mano en la masa’, y va a ser él quien descubra todo, porque yo he estado en una estadía y así lo vivencié. El equipamiento es majestuoso. La higiene y seguridad que tienen en el trabajo también. Es impecable todo. Y tiene mucho financiamiento, mucha infraestructura. Mi expectativa va a ser grande, porque el vínculo que le va a quedar después a él también es grande”.
A su turno, el director de Proyección Estudiantil de la Secretaría de Asuntos Estudiantiles, Rodrigo Ocampo, señaló: “Esta experiencia que va a vivir Matías en Estados Unidos, servirá entre otras cosas para incentivar a sus pares, tanto docentes como graduados e investigadores, y hasta los mismos estudiantes, porque va a abrir un camino dentro de una beca que tiene todos esos tópicos. Va a ser una voz que va a poder transmitir las experiencias en los momentos que de clase, en los pasillos de la Facultad, y eso va a hacer que gente venga y plantee el interés en la Secretaría de Asuntos Estudiantiles, en el área de relaciones internacionales”.
“Desde lo que es la UTN Facultad Regional San Francisco y el equipo de gestión se apoya totalmente esta actividad porque suma una experiencia internacional a nuestra casa de altos estudios y es sumar dentro de un currículum una visual internacional, que luego va a ser transmitida a toda la comunidad universitaria. Con esto apuntamos a que otros que quizás no tienen la posibilidad de viajar, puedan conocer temáticas que se tratan en otras partes del mundo, por medio de un relato, por medio de una acción, un curso, por medio de una exposición de actividades que se hicieron en otro lado. A eso queremos llegar desde el área. Estamos a su disposición, tanto de lo que se necesite en la estadía como para aquellos que se quieren sumar a este programa”, expresó.
Sobre la beca Fulbright
A mediados del siglo XX, el senador estadounidense J. William Fulbright presentó en el Congreso de los Estados Unidos un proyecto que influiría en la construcción de lazos perdurables entre el pueblo de su país y el de los demás países del mundo de la posguerra. El senador Fulbright estaba convencido de que la mejor —y quizás la única— forma de promover la paz mundial era incentivando a un gran número de personas a vivir, estudiar e integrarse en la cultura de otros países. A través de esa experiencia, individuos de todas las razas y nacionalidades llegarían a conocerse y a respetar las instituciones, los valores y la cultura de los otros pueblos.
En 1946, el Congreso de los Estados Unidos votó favorablemente la iniciativa del senador Fulbright y dio origen al programa que lleva su nombre cuyo objetivo es, como en aquel entonces, promover un mayor entendimiento entre los pueblos de distintos países a través de intercambios educativos y culturales.
El programa es administrado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos de acuerdo a los lineamientos del Directorio del Programa de Becas J. William Fulbright. Este Directorio está compuesto por doce miembros que provienen del ámbito académico, cultural y público y que son elegidos por el presidente de los Estados Unidos. En el exterior, el programa Fulbright es administrado por comisiones binacionales establecidas por acuerdos entre el gobierno de los Estados Unidos y el de cada país anfitrión.