La charla estuvo a cargo del Ing. Civil Esteban de Olmos y de la Arquitecta Dolores Molina, quienes explicaron los alcances de la entidad y los proyectos en los que trabajan.
En ese sentido, de Olmos explicó que Ingeniería Sin Fronteras es una asociación civil que busca trabajar de manera interdisciplinaria en proyectos de ingeniería en comunidades que se encuentran en situación de vulnerabilidad y que todos los proyectos son encarados de manera comunitaria.
De Olmos aclaró que a pesar de que los proyectos son de ingeniería, se trabaja con profesionales de distintas ramas como ingenieros, arquitectos, traductores, fotógrafos, publicistas, antropólogos, trabajadores sociales, economistas, diseñadores, licenciados en educación, entre otros, así como con expertos en distintos oficios.
Y especificó: “Se llama ‘sin fronteras’ porque tratamos de atravesar algunas fronteras con las que nos encontramos, como las geográficas, más allá de que trabajamos en Argentina”. También se refieren a fronteras sociales, culturales, educativas, económicas y disciplinarias.
En números
Desde la entidad resumieron el trabajo en algunas cifras prácticas para entenderlo mejor. Así, contaron que cuentan con seis proyectos en marcha en cinco provincias y que en la actualidad cuentan con 13 personas en el staff rentado y más de 230 voluntarios que trabajan activamente, entre los que el 70% son ingenieros. Reciben el aporte de 7 mil donantes mensuales aproximadamente.
“Estos voluntarios, en estos proyectos en los que estamos, todos los sábados están llevando adelante nuestras obras, en un porcentaje alto de ingenieros. La forma en que nosotros trabajamos nuestros proyectos es desarrollándolos y de ahí en más salimos a buscar el financiamiento”, explicó De Olmos.
Entre otras cosas, desde Ingeniería Sin Fronteras indicaron que trabajan en seis líneas de trabajo: energía, infraestructura comunitaria, formación e incidencia, agua y saneamiento, puentes y accesos y desarrollo productivo y organizacional.
En ejemplos
Por su parte Molina se refirió a los proyectos que se fueron llevando a cabo y detalló el trabajo en el que se iniciaron: el salón comunitario “Manitos Solidarias”.
“Fue muy a pulmón, es al sur de la ciudad de Córdoba, en barrio Ciudad Obispo Angelelli 2. Y ahí arrancamos armando el grupo. No nos conocía nadie en Córdoba. Para pedir donaciones, la carta de presentación para todo fue ir a tocar muchas puertas. En 11 meses levantamos el saloncito. Fueron 40 metros cuadrados que nos costó mucha transpiración y quedó hermoso, eso fue de 2016 a 2017. Eso nos dio base para que en Córdoba nos pudieran conocer. Esto es lo que hacemos, trabajamos con la comunidad”, afirmó Molina.
Para ver la charla completa, los interesados pueden acceder al link: https://www.youtube.com/watch?v=KljsJPN6Uas.