Bono, de 33 años, hizo sus estudios primarios en la Escuela Río Negro, y el nivel medio, en el Instituto Pablo VI. Al momento de elegir una carrera universitaria, si bien estaba en él la idea de ir a estudiar a otra ciudad, comenzó el cursillo de ingreso a la UTN San Francisco, los días sábados, mientras cursaba su último año del secundario. “Con la plata del viaje a Bariloche me compré mi primera computadora”, recuerda este joven profesional que dudaba entre Ingeniería Electrónica o Sistemas de Información, “hasta que finalmente me decidí por Sistemas”.
Hoy, analizando aquella decisión, sostiene que “si tuviera que volver a elegir, seguiría el mismo camino que elegí al estudiar en la UTN San Francisco. Evaluando, sin dudas. La universidad te brinda las herramientas necesarias y genera una amplia variedad de incumbencias a lo largo de la carrera, es así que cada profesional va desarrollando su perfil de acuerdo a sus aptitudes, me cuesta encontrar ejemplos de ingenieros desocupados, las oportunidades existen y la capacidad emprendedora se desarrolla mejor en pequeñas regiones donde la seguridad, tranquilidad y distancias no son factores relevantes.”
Juan Pablo Bono es co fundador de una empresa especializada en soluciones móviles: “Somos un conjunto de profesionales que nos especializamos en soluciones móviles, aplicaciones que van instaladas en dispositivos como tablets, celulares, smart tv. Somos profesionales egresados de la UTN San Francisco que desarrollamos productos propios para nuestros clientes y además trabajamos en proyectos más grandes, es decir, vendemos nuestras horas profesionales a proyectos o consultoras más grandes, formando parte de sus equipos de desarrollo”.
“Tenemos las oficinas en la ciudad, el trabajo lo hacemos desde aquí, formamos parte del Clúster Tecnológico de la ciudad.”, explicó.
Al rememorar su etapa de estudiante universitario, Bono explica que “cuando terminé la secundaria y empecé el cursillo, trabajaba medio día en una empresa de la ciudad, en el área de administración y sistemas, al año que empecé la carrera cumplía con horas al trabajo y por la noche venía a cursar. Siempre Trabaje mientras curse mis estudios, tuve alguna experiencia profesional en algunas consultoras locales, y empecé a desarrollar actividad propia, pre profesional, trabajando para consultoras, empresas, como freelancer, hasta formar la consultora propia en la ciudad”.
“Cuando cursaba mi carrera –continuó diciendo-, participé de las actividades deportivas, viajé con la delegación de fútbol de la Facultad, empecé a tener actividades en los grupos de investigación, y a participar en el Centro de Estudiantes, y actividades de colaboración y extracurriculares, de manera que en 2003 fui parte de la lista del Centro, en 2004 fui presidente, en 2005 y 2006 fui secretario general, después comencé a participar como consejero del Departamento de la carrera de Ingeniería en Sistemas, fui consejero directivo por dos períodos, y ya terminando mi carrera tuve un período como consejero superior en representación de los estudiantes de la Facultad”.
Consultado sobre el balance que hace de su participación de esas actividades extra curriculares, Bono comenta que “los beneficios fueron muchos sobre todo desde el punto de vista social, por los vínculos que se forjaron, la mayoría de mis compañeros de secundaria se fue a estudiar a otra ciudad, entonces mi grupo de amigos se constituyó diferente, fue una etapa de construcción de nuevos lazos y vínculos, compartir actividades extra curriculares ayuda a formar el carácter, la forma en que uno toma las decisiones en la vida, como va evaluando sobre todo cuando uno tiene que hacer actividades de las cuales es responsable, o tomar contacto con otros pares o con personas mayores, eso ayuda a formar el carácter y la manera de desenvolverse. Además está el valor agregado de conocer prácticamente todo el país con los viajes de la Universidad, las actividades sociales que permiten crear vínculos y lazos que hoy se transforman en un profesional, un amigo o hasta un contacto en otra ciudad o provincia. Nos ha pasado en los que tuvimos que vender servicios de nuestra consultora en otros lugares y el punto de partida fue buscar quién era el amigo, el contacto o el graduado que habíamos conocido en un viaje deportivo o académico, y eso nos dio buenos resultados porque es un buen camino para hoy entablar lazos profesionales”.