Para eso, desde el grupo I+D Gisener se evaluó el comportamiento de la instalación fotovoltaica piloto de la Facultad durante el eclipse de este martes 2 de julio de 2019, y se lo comparó con el día anterior.
Tanto el día previo como el mismo martes del eclipse fueron días despejados, de muy buen nivel de radiación solar para esta época. Esto permite comparar con buena aproximación las curvas de generación de ambos días. Resultan elocuentes las imágenes donde, más allá de pequeñas variantes entre un día y otro, se observa que la generación de energía solar durante el eclipse (desde las 16.30 aproximadamente) se fue reduciendo más rápido de lo habitual y terminó más temprano de lo previsto. Sin embargo, como la generación a esa hora de la tarde es típicamente muy reducida, el impacto fue muy leve en cuanto a cantidad de energía.
En los sistemas eléctricos de un país como el nuestro, donde cada vez se instalan más paneles solares, es importante conocer este tipo de comportamientos. Uno de los antecedentes más recientes es un eclipse solar total que, en agosto de 2017, redujo la generación solar en Estados Unidos en una gran proporción entre las 9.00 y las 12.00 de la mañana. Por tratarse de este horario, el impacto en las redes eléctricas fue más notorio: la energía que no se produjo con el Sol debió generarse con otras fuentes, cambió la distribución de corrientes por las líneas eléctricas, y debieron actuar muchos automatismos especiales del sistema eléctrico de grandes regiones de Estados Unidos.