“Es una emoción y un orgullo muy grande” aseguró Oscar Bertolín, y agregó: “Yo me inicié casi con la Facultad, hice toda mi carrera allí, trabajé como ayudante ad honorem, jefe de trabajos prácticos y después me hice cargo de un par de materias, de manera que le debo mucho a la Facultad. A mi hijo no hubo que incentivarlo mucho para que elija su carrera, él ya tenía esa formación técnica así que eligió estudiar ingeniería. El hecho de que se reciba donde yo me recibí, después haberle dado clases inclusive, me emocionó mucho poder haberle entregado el título”.
Después explicó: “En 1976 comencé mi carrera, cursábamos en el Colegio de los Hermanos Maristas, recién en tercer año cursé en el edificio actual de la Facultad, éramos un puñado de alumnos, el primer piso estaba en construcción, había pocas aulas, y hoy en día los espacios no alcanzan para todas las actividades más allá de que creció mucho la institución. Y también es un orgullo ver ese crecimiento de la Facultad”.
Bertolín es ingeniero electromecánico, como lo es ahora su hijo, y docente de Organización Industrial, y Calidad y Productividad. Al referirse al aporte que la UTN le brinda a la ciudad y la región, afirmó: “El aporte es muy grande. El crecimiento industrial que tuvo fue en parte gracias a la asociación de industriales pero favorecidos por los profesionales de la Facultad, que además impactaron positivamente en la región porque muchos estudiantes de poblaciones de hasta 200 kilómetros a la redonda vienen a formase en esta casa”.
Por su parte el ingeniero Oscar Zanardo dijo que “fue una sorpresa que me inviten a entregarle el título, fue algo muy emotivo y muy grato para mí y para mi esposa”. Egresado en 1986 como ingeniero electromecánico, Zanardo hace seis años que comenzó a dar la parte práctica de la materia central de Sistemas de Transmisión. “Desde mi graduación, siempre tuve relación con la Facultad, hasta que me ofrecieron hacerme cargo de una cátedra y así comencé como docente”, explicó el papá de Javier, flamante ingeniero electrónico.