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Divulgación científica: Los polímeros en nuestras vidas, ¿qué hacemos con ellos?



25/06/2018 |  La humanidad ha evolucionado con el desarrollo y creación de nuevos materiales. Así, hemos atravesado las Edades de Piedra, de Bronce y de Hierro. Hoy todavía no está claro cómo se denominará la edad que vivimos, aunque algunos la han llamado “la edad del Silicio” por el avance en las telecomunicaciones que han surgido a partir de este material semiconductor y su uso en dispositivos electrónicos, aunque otros prefieren pensar en “la edad de los polímeros” por estar rodeados de estos materiales.

Por esa razón nos preguntamos ¿Qué son los polímeros? ¿Cuánto se produce a nivel mundial? ¿Y en Argentina? ¿Qué problemas medioambientales causan? ¿Qué hacemos en casa?


¿Qué son los polímeros?

Los polímeros son grandes moléculas que forman parte de nuestra vida diaria, como en una bolsita de nylon (erróneamente llamada de esa manera, pues en realidad son de polietileno), cepillos de dientes, zapatillas, tuppers, y así mil ejemplos. El término polímero significa “muchas partes” y posiblemente fue propuesto por el químico sueco Berzelius en 1830, padre de la química moderna. El término “plástico” es sinónimo de polímero sintético, e incluye a distintos tipos de polímeros. En la actualidad resulta difícil concebir el mundo si no dispusiéramos de los polímeros sintéticos. El primer polímero totalmente sintético “la bakelita” fue patentado hace más de 100 años (1907). Pero los polímeros sintéticos más importantes desde el punto de vista de su volumen de producción se conocen desde hace más de 60 años y tuvieron un aumento explosivo en su producción recién después de terminada la 2da. Guerra Mundial. La gran mayoría de los plásticos son termoplásticos; y entre los termoplásticos, las poliolefinas (polietilenos y polipropilenos) son por lejos los polímeros sintéticos de mayor producción global.

 

Polímeros sintéticos en números

En la actualidad, la producción en volumen de polímeros supera a las correspondientes producciones conjuntas de acero y aluminio (pero no en masa, debido a que los metales son más densos).
A nivel mundial, en 2016 se produjeron 335 millones de toneladas de materiales plásticos (termoplásticos y poliuretanos) y otros plásticos (termoestables, adhesivos, revestimientos y sellantes). China es el mayor productor de materiales plásticos (29% de la producción Mundial), seguido de Europa y NAFTA. En América Latina se produce el 4% del total mundial. Específicamente, de acuerdo a reportes del año 2007, Argentina produce 1,3 Mton y consume per capita 41kg/habitante por año. El 45,5% de la producción de Argentina se usa en envases. Existen en el país alrededor de 2.680 empresas de manufacturas plásticas, las cuales emplean en forma directa a 32.000 trabajadores (Cámara Argentina de la Industria Plástica). Las industrias de procesamiento de plásticos constituyen un sector integrado mayormente por PyMEs, donde sólo el 2% de las empresas que lo integran tienen más de 100 empleados. El 80% de las firmas están localizadas en la Capital Federal, Gran Buenos Aires y resto de la provincia de Buenos Aires, distribuyéndose la mayoría de las restantes entre Santa Fe (6,8%), Córdoba (5,5%) y San Luis (2,5%).

 

Problemas ambientales asociados a la producción de polímeros

Los plásticos se producen en grandes cantidades por ser baratos y livianos, sin embargo generan problemas de contaminación en el medio ambiente, y su eliminación constituye un problema a nivel mundial. Los materiales plásticos tardan cientos de años en degradarse en el medio ambiente, en algunos casos demoran más de 1.000 años. El empleo masivo de estos materiales en objetos desechables es un error de consecuencias catastróficas a nivel global. Los materiales más perjudiciales son aquellos con tamaños inferiores a 5 mm, que se denominan microplásticos. Estas partículas provienen de la ruptura de plásticos más grandes o han sido elaborados así para su uso en productos de limpieza e higiene. La cantidad de microplástico presente en una botella de 100 ml puede ser mayor a 100.000. Estudios recientes han observado que los animales marinos ingieren estos microplásticos, provocando bloqueos gastrointestinales y alteraciones en sus patrones de alimentación y reproducción.

 

Dato Curioso: La isla de la basura

La Gran Mancha de Basura del Pacífico (GPGP, por sus siglas en inglés) y conocida popularmente como "la isla de los plásticos" o “isla de la basura” es una isla formada por acumulación de residuos flotantes entre California y Hawai. Tiene una superficie de 1600000 km2, casi tres veces el tamaño de Francia o diez veces el de la provincia de Córdoba. Está formada por 1,8 billones de desechos tóxicos que pesan 79.000 toneladas. Los residuos plásticos provienen principalmente de los países del Pacífico, pero podría llegar de cualquier parte del mundo. Un estudio señaló que algunos de los desechos quizá también provengan del tsunami de 2011, que devastó Japón y desplazó enormes cantidades de basura hacia el mar. En un estudio de 2015, se concluyó que los humanos vuelcan en los océanos unos ocho millones de toneladas de plástico por año, y para 2025 se espera que la cifra aumente un 22%.

 

¿Qué podemos hacer?

Contemplando el nivel de alarma en el uso de estos materiales, una de las opciones más conocidas y que se puede llevar adelante para mitigar los problemas ambientales que generan los polímeros es reciclar. Reciclar constituye la utilización de los residuos como materia prima, dentro de un nuevo proceso de producción. Entre 2015 y 2016, Europa logró que el volumen de residuos plásticos para su reciclaje aumentara en un 79% y de esa manera se llevara adelante una recuperación energética y que el depósito en vertederos disminuyera en un 43%.
Otras alternativas para reducir los problemas medioambientales involucrarían las acciones de reducir y reutilizar. Reducir implica disminuir el consumo de artículos innecesarios y de sustancias potencialmente contaminantes. Por ejemplo, utilizar hasta agotar todos los materiales de estudio o trabajo (lapiceras, cuadernos, gomas, etc). Desde el 2011, rige una ley en la provincia de Córdoba (Ley Nº 9696) que prohíbe en todo el territorio provincial del uso de bolsas de polietileno y de todo otro tipo de material plástico convencional. Esa norma reduce el consumo de polietileno en bolsas plásticas pero actualmente se cumple muy parcialmente, y en algunas pocas ciudades. Actualmente en Argentina, hay algunas empresas que sintetizan bolsas basadas en productos renovables provenientes de maíz y papa y que son una buena opción para sustituir el polietileno. En Córdoba, la firma Papeleno SRL está trabajando en esa dirección. Por otro lado, si bien la ley no hace mención al uso de bolsas oxi-biodegrables, estás están cuestionada, ya que contienen polietileno y sustancias que aceleran la degradación, formando microplásticos que son perjudiciales para el medioambiente.
Finalmente, la reutilización es el empleo de un producto usado para el mismo fin u otro nuevo, sin descartarlo. Se debe reutilizar todo lo que nos sea posible.
Si cumplimos la “estrategia de las tres erres (reciclar, reducir y reutilizar)”, conseguiremos reducir de forma notable la cantidad de plásticos producidos, ayudando a la recuperación del medio ambiente.

 

¿Y en casa que podemos hacer?

Algunas estrategias involucran
- Cuando sea posible compra productos naturales a granel (sin envasar).
- Utiliza preferentemente materiales reciclados, ecológicos, o que permitan más fácilmente su posterior reciclaje, por ejemplo, cuadernos reciclados. Una forma de saber si el material que compras es reciclable es mediante la aparición de simbología como la que sigue

 

En polímeros existe numeración establecida

- Separa los residuos en tu casa en orgánicos e inorgánicos.
- Trata de comprar envases de vidrio. Si los envases son retornables mejor aún.
- Compra productos recargables: por ejemplo, pilas y baterías, etc.
- Trata de reparar o reutilizar antes de tirar.
- Evita la compra de productos desechables. Si comprás en rotisería, trata de reutilizar los materiales plásticos.
- Lleva tu bolsa al super.
- Utiliza hasta agotar los materiales con los que desempeñas tu trabajo o estudio.
- Dona a una organización aquella ropa o materiales que no uses.
- Reutiliza bolsas de los comercios para cestos de basura.

Estas son algunas estrategias, no son las únicas. Reducir, reciclar y reutilizar debería convertirse en una costumbre para mejorar nuestra calidad de vida y la de las generaciones futuras.

 

Por la Dra. Ing. María Eugenia Taverna, docente investigadora de UTN San Francisco.


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