La violación de derechos humanos, la ejecución de crímenes de lesa humanidad, y la implantación de un feroz terrorismo de Estado, marcaron a fuego todo este período. Nuestra Universidad fue parte de la atrocidad de la época, sufriendo el secuestro, la tortura y desaparición de trabajadores no docentes, estudiantes, docentes y graduados.
Han pasado ya 42 años desde aquel día, pero gracias a la persistente labor de los diversos movimientos sociales, como Madres de Plaza de Mayo, H.I.J.O.S. y Abuelas de Plaza de Mayo, la memoria y el pedido de verdad y justicia jamás han quedado en el olvido.
Este 24 de marzo reflexionemos sobre los alcances de las graves consecuencias sociales, económicas y políticas que dejó la dictadura, y comprometámonos activamente en la defensa de la vigencia de los derechos y las garantías establecidas por nuestra Constitución Nacional.
Equipo de Cultura y Comunicación
SEU Rectorado UTN