Se inició en la Universidad Nacional de Córdoba, y luego se expandió al resto del país y Latinoamérica. Sus principales postulados: El cogobierno estudiantil; La autonomía política, docente y administrativa de la universidad; La elección de todos los mandatarios de la universidad por asambleas con representación de los profesores, de los estudiantes y de los egresados; La selección del cuerpo docente a través de concursos públicos que aseguren la amplia libertad de acceso al magisterio; La fijación de mandatos con plazo fijo (cinco años generalmente) para el ejercicio de la docencia, solo renovables mediante la apreciación de la eficiencia y competencia del profesor; La gratuidad de la enseñanza superior; La asunción por la universidad de responsabilidades políticas frente a la Nación y la defensa de la democracia; La libertad docente; La implantación de cátedras libres y la oportunidad de impartir cursos paralelos al del profesor catedrático, dando a los estudiantes la oportunidad de optar entre ambos; La libre asistencia a las clases.
En el manifiesto liminar los estudiantes expresaron: "Desde hoy contamos para el país una vergüenza menos y una libertad más. Los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan”.