Francisco de Asís fue un religioso y místico italiano, fundador de la orden franciscana. De ser hijo de un rico comerciante de la ciudad en su juventud, pasó a vivir bajo la más estricta pobreza y observancia de los Evangelios. Casi sin proponérselo lideró San Francisco un movimiento de renovación cristiana que, centrado en el amor a Dios, la pobreza y la alegre fraternidad, tuvo un inmenso eco entre las clases populares e hizo de él una veneradísima personalidad en la Edad Media.
La sencillez y humildad del pobrecito de Asís, sin embargo, acabó trascendiendo su época para erigirse en un modelo atemporal, y su figura es valorada, más allá incluso de las propias creencias, como una de las más altas manifestaciones de la espiritualidad cristiana.
La ciudad de San Francisco, donde hace más de 50 años se encuentra nuestra casa de altos estudios, lleva ese nombre del santo de Asís debido a que su fundador, José Bernardo Iturraspe, lo eligió en recuerdo de uno de sus hermanos, Francisco Iturraspe, fallecido en abril de 1878.