La obra tiene como protagonista al gaucho payador Martín, quien fue obligado a incorporarse al ejército por parte de quienes menospreciaban su existencia, al igual que la del indio. De este modo, víctima de la opresión y la injusticia, huye para convertirse en un gaucho matrero, fuera de la Ley.
Si bien ya había otros escritores que dieron comienzo al género de la literatura gauchesca, como Bartolomé Hidalgo, Hilario Ascasubi o Estanislao del Campo, fue la obra de Hernández la que logró posicionarse en la cumbre de la literatura argentina, en la segunda mitad del siglo XIX. En sus páginas, el autor expresó la vida del gaucho en el país, su estilo de vida, costumbres y su más profunda cosmovisión, inmortalizándola con notables versos que se perpetuaron a lo largo y ancho de la región hispanoamericana.
Se sabe que la palabra “tradición” deriva del latín “traditio” y del verbo “tradere”, con el significado de “transmitir o entregar”. Así, llegó al español como aquello que pasa de una generación a otra; ese legado que continúa hasta el presente, siempre en permanente construcción y forjando determinada identidad cultural.
La celebración del “Día de la Tradición”, instaurada cada 10 de noviembre, se hizo oficial en 1939, cuando el Congreso aprobó la Ley N.º 4756, cuyo autores -Edgardo J. Míguenz y Atilio Roncoroni- reconocieron el pedido de la Agrupación Bases, que expresaba las ideas del periodista y poeta costumbrista Francisco Timpone, para homenajear y celebrar las tradiciones gauchas en la Provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, fue más tarde con la Ley Nacional N.° 21.154 de 1975, cuando ya de forma definitiva se consagró aquella fecha conmemorativa para todo el territorio argentino.