Este espacio tiene por objetivo acercar la ciencia y la tecnología a la sociedad y para ello se dedica a diseñar, construir y exponer módulos interactivos con los que pueden experimentar personas desde los 4 años.
Es así como entonces, a través de la realización de experimentos básicos, se pueden comprender mejor determinados fenómenos, y constituyen actividades prácticas muy importantes para el aprendizaje y para ayudar a niños y niñas a involucrarse más e interesarse en el tema sobre el que están aprendiendo, y despertar la curiosidad sobre la ciencia y la tecnología.
Un lugar para despertar la curiosidad
Dentro del equipo del Museo Interactivo de Ciencias hay mujeres que participan activamente. Dialogamos con dos de ellas, Julieta Maggi, estudiante de Ingeniería Química, y Sofía Bovo, estudiante de Ingeniería en Sistemas de la Información. Ellas no sólo están formándose en ese ámbito, sino que intentan despertar en las más pequeñas el mismo interés que tienen por las ciencias.
Bovo es quien más tiempo lleva al frente del espacio, en su caso, desde 2016. Sobre los módulos, explicó: "Las experiencias son todas interactivas. La idea es que la persona se acerque, pueda interactuar con cada una de las experiencias, pueda observar el fenómeno, es decir qué es lo que está pasando, y de ahí poder generar el conocimiento y también despertar la curiosidad".
En tanto, Maggi, que trabaja allí desde 2018, añadió: "En primer lugar lo que hace es conectar con las personas, de todas las edades. Permite unirse a ellas y mostrarles fenómenos físicos, lógicos, matemáticos, para que puedan conectarse y jugar, y puedan entender desde esta perspectiva lo que es la ciencia, para poder abrirse, poder empezar a preguntarse aquellas cosas que muchas veces uno en la vida cotidiana no se pregunta".
Respecto a si se logra el objetivo de captar la atención de los niños y niñas, Bovo dijo: "Lo primero que vemos siempre es sorpresa, es como que no se esperan por ahí el resultado que tiene cada una de las experiencias. Y específicamente notamos siempre que las niñas y mujeres son las que más interesan por los juegos, normalmente eso es lo que lo que vemos, se interesan mucho más, y participan bastante. Les gusta mucho todo el tema de los juegos y la interacción con los mismos".
"Los chicos en primer momento están tímidos. Preguntan si pueden jugar y obviamente nosotros les decimos que sí, que pueden tocar, jugar, disfrutar de cada uno de los juegos que nosotros tenemos. En primer lugar, están un poco tímidos jugando, pero después empiezan a leer las cartillas, empiezan a investigar un poco más el juego, a veces no solos sino con sus compañeros. Esto me parece que es muy lindo porque ahí les empiezan a surgir dudas y te preguntan. No solo agarran un 'jueguito', sino que después van jugando con los demás y eso va despertando la curiosidad, que es el objetivo de este museo", agregó Maggi.
Experiencias personales
Al referirse a sus experiencias personales, Sofía y Julieta aseguraron haber tenido apoyo en la decisión de dedicarse a las ciencias, tanto de su familia como de sus docentes.
"Cuando empecé el último año de la secundaria empecé a ver qué carreras podía estudiar en San Francisco, porque soy de la región. Me gustaba la UTN y empecé a buscar alguna carrera que esté relacionada a lo científico, porque soy muy curiosa ya de por sí, me encanta poder aprender cosas nuevas, y más que todo entender el mundo que nos rodea y por qué pasan las cosas que pasan", contó Bovo.
Seguidamente, afirmó notar un cambio de paradigma en los últimos años respecto al trato para con las mujeres científicas: "Cuando estaba en la secundaria y también cuando empecé la Facultad se notaba que siempre lo que nos enseñaban eran las cosas que hacían los hombres. Ahora esto está cambiando. Ya se están empezando a reconocer más a las mujeres científicas y a sus descubrimientos, me parece que es muy importante que eso se vea no sólo en la Facultad sino que se empiece a ver en la primaria para poder enseñarles a los chicos las labores que hacen las mujeres científicas".
Maggi, por su parte, contó: "De chiquita siempre me apasionaron las ciencias, específicamente las matemáticas, y eso me fue acercando a la ingeniería. También me apasionaban mucho las ciencias exactas como Física y Química".
En tanto, opinó: "Desde mi punto de vista la Facultad siempre tuvo las puertas abiertas tanto para mujeres como para hombres. Tanto los profesores como las personas que trabajan en la Facultad siempre nos recibieron de muy buena manera y eso siempre lo agradezco, porque el ambiente de la Facultad es muy familiar. Para mí no hubo obstáculos, sino que siempre sentí un gran apoyo para con mi carrera", finalizó.
Sobre el Museo
El Museo “Conciencia” ofrece experiencias y muestras diseñadas para personas desde los 4 años de edad en adelante, para que pueden experimentar y comprender sobre sí mismos y sobre el mundo que les rodea. En las muestras que se presentan, hay dispositivos relacionados con fenómenos de óptica, percepción, sonidos, fluidos, mecánica, magnetismo, electricidad, química, matemática, entre otros.
Hasta la llegada de la pandemia, el Museo podía visitarse regularmente en sus instalaciones de nuestra Facultad Regional. Desde 2019, las experiencias se comparten desde la virtualidad, mientras se continúa trabajando en el retorno a las actividades presenciales. En ese sentido, durante diciembre de 2021 el Museo participó de la exposición que se llevó adelante en la Tecnoteca de San Francisco, en ocasión de la puesta en funcionamiento de ese espacio del centro de la ciudad, con una importante afluencia de público.
Info del Museo: @MuseoConciencia en facebook e instagram